Ha llegado el momento de despedir este año, del que ya queda muy poco por decir.
Supongo que al igual que tú, tengo ganas de dejarlo atrás, pero personalmente no me atrevo a dejar pasar como si nada estos 365 días, que sin duda, van a suponer un antes y un después en mi vida.
Y para que entiendas a que me refiero, y despedir el año como se merece, quiero compartir contigo los 10 grandes eventos de mi 2020:
- He conocido el miedo real a que a alguna persona que quiero le hiciera daño el bicho que ha acaparado estos meses. He entendido muy bien lo que significa dar a las cosas la importancia que verdaderamente tienen.
- He conocido lo que es echar de menos de verdad. Tener a mi madre en una residencia este año ha sido una experiencia realmente digna de olvidar. Seguro, lo peor del año.
- He encontrado en la escritura la forma de escapar de las semanas más complicadas del año.
- He hecho realidad mi sueño de infancia de ver publicado un libro (que además está gustando, ¡menudo regalo!). De alguna manera, este año he creado mi propia familia numerosa.
- Me he certificado con un posgrado como coach Integrativo. Y ahora vivo el regalo de poder acompañar a personas de la manera que yo lo he vivido los últimos años. Y menuda experiencia vivencial la formación. Sin duda, mi gran viaje de este año.
- He podido comprobar la magia de lo digital. En un año en el que probablemente estamos saturados de pantallas, a mí me han dado algo que nunca hubiera imaginado. Más allá de formación, de conocimiento o de información, hoy puedo decir con la boca muy grande, que el mundo online me ha regalado amigas de verdad.
- He cumplido 40 años semiconfinada, y he descubierto que no poder realizar la fiesta con la que llevaba meses soñando no es ningún drama. Y que las celebraciones volverán, y las disfrutaremos como nunca.
- He cerrado la etapa profesional más importante de mi vida hasta el momento. Y he vivido este hecho con muchísima intensidad, con mucha conciencia, y sobre todo, con mucha serenidad. Sabiendo valorar lo que dejo atrás, y sabiendo que solo tomo un camino paralelo.
- Me he lanzado a exponerme en público y he superado esta resistencia. Este año me he puesto delante de varias audiencias, tanto de manera presencial como digital, con la seguridad suficiente para hablar de ConciliAcción. Y estoy muy feliz por ello.
- Y, por último, por fin he decidido apostar por mí. Me he dado el permiso de poner en marcha un proyecto profesional propio, que llevaba en mi cabeza sin salir demasiado tiempo. Y para el que espero que el 2021 sea el año de despegue. Sin duda, vaya la salud por delante, éste es mi gran deseo para el próximo año: tener la salud suficiente para trabajar duro en conseguir mi propósito.
Wow, y me lo quería perder. A medida que releo mis vivencias, entiendo por qué hoy no me ha tocado la lotería. Porque ya la tenía de antes.
Sin duda, GRACIAS 2020 por traer a mi vida lo que necesitaba: lo malo, para aprender; y sobre todo, gracias por todos los regalos que me has hecho.
Eso sí, 2021: ven ya, que estoy preparada. ¡Nos vemos pronto!